viernes, 7 de enero de 2011

Derecho Humano a la Paz


Foro 2010 Santiago de Compostela

Especialistas en derecho para la paz de varios países aprobaron la Declaración de Santiago, que propone que la paz se considere un derecho humano más, y se agregue a los reconocidos en la declaración internacional aprobada por la ONU en 1948. El documento se difundirá internacionalmente a partir de enero, por un Observatorio Internacional del Derecho Humano a la Paz, cuyos estatutos se aprobaron también en Santiago, y se presentará al Consejo de Derechos Humanos y a la Asamblea General de la ONU. Esta es una de las principales conclusiones del Foro 2010 Compostela.


El conocimiento de  la labor de los colectivos y asociaciones que trabajan en favor del reconocimiento de la Paz como derecho de los humanos es un buen comienzo para ser conscientes de la necesidad de este Derecho a la Paz.
Podemos colaborar con ellos, o con otros que conozcamos y  poner nuestro granito de arena por la Paz.


Propósitos
Hacer posible que algún día la Asamblea General de las Naciones Unidas apruebe una Declaración Universal sobre el Derecho Humano a la Paz que incluya las medidas apropiadas para su implementación y cumplimiento. No existen obstáculos jurídicos insalvables pues, como lo prueba la Declaración de Luarca, este derecho está fuertemente enraizado en instrumentos tan universalmente aceptados como la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo 60 aniversario hemos conmemorado en 2008. Recordemos que el Artículo 28 de la DUDH proclama que “toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos”. Ese nuevo orden social e internacional que reclama la DUDH nos conducirá a la paz.
Las dificultades son más bien de orden político, porque a los Estados les cuesta superar los esquemas de paz y seguridad internacionales propios de la Guerra Fría. Pero también se pueden superar esos obstáculos si la sociedad civil demuestra a sus gobernantes y representantes parlamentarios que otra paz es posible: una paz justa, sostenible y duradera, a cuya construcción todos debemos contribuir.
Si la paz es una exigencia ética que debiera presidir las relaciones internacionales, el derecho humano a la paz es igualmente un imperativo legal con el que se identifica la sociedad civil de todo el mundo, porque es una exigencia de civilización que está por encima de todo particularismo regional, histórico o cultural.


El Movimiento por la Paz -MPDL- es una organización de Desarrollo, Acción Social y Ayuda Humanitaria, creada en 1983.
El Movimiento por la Paz es una ONG formada por personas que trabajamos diariamente por la construcción de la paz.
Entendemos que la paz es mucho más que la ausencia de guerra, y por eso nuestro objetivo es trabajar por la paz mundial fomentando la cooperación, la solidaridad y el entendimiento entre las personas y los pueblos.

Su actividad se basa principalmente en la vinculación y movilización de redes de instituciones, organizaciones e individuos que se destaquen por su compromiso con los valores de la cultura de paz. Las acciones concretas de la Fundación se centran principalmente en los ámbitos divulgativo y educativo.