jueves, 18 de noviembre de 2010

"¡Qué alumnos tan raros!"

Hace unos años hice un  Grado Superior de Administración y Finanzas recién implantado en el instituto de mi localidad. En la clase coincidimos alumnos de distintas edades, desde 20 a 40 años, y que veníamos de diversos estudios: FP de distintas ramas, COU, Magisterio, etc. Para los más jóvenes era una continuación de sus estudios, para los otros era una oportunidad de continuar formándonos después de unos años sin estudiar.
 Recuerdo las charlas con los profesores en la cafetería,  ya que teníamos con ellos una relación bastante cercana, y me viene a la memoria lo que nos "confesó" al final de curso una de las profesoras. Nos contó que  lo había pasado mal al principio de curso porque hasta entonces había enseñado principalmente a adolescentes y no estaba acostumbrada a que los alumnos la preguntaran constantemente;  pidieran ejemplos; quisieran saber qué habían hecho mal en el examen y le cuestionasen las respuestas correctas; interrumpieran la clase para contar alguna experiencia relacionada, etc.
Al pensar en esto me planteo las siguientes cuestiones: ¿cómo somos los alumnos adultos? ¿Somos diferentes a los escolares niños y adolescentes?
He encontrado este cuadro comparativo con los factores condicionantes del aprendizaje de unos y otros. Nos servirá a conocernos como alumnos y a comprender a nuestros futuros alumnos.
 


En el escolar
En el adulto
Grupo homogéneo en edad, intereses, expectativas
Grupo heterogéneo en edad, intereses, ocupación, experiencias
Status de estudiante
Status de adulto que trabaja, que estudia, etc.
Intereses infanto-juveniles, juego, diversión
Intereses adultos, ocupación, bienestar, ascenso, familia
Motivación para el estudio débil ,intermitente
Motivación espontánea, intensa, persistente
Objetivos difusos, impuestos
Objetivos claros, concretos, actuales
Logros y éxito relativamente ambicionados
Logros y éxitos intensamente deseados
Cierta indiferencia por los resultados. Tengo otras oportunidades
Mucha preocupación por los resultados. No puede fracasar ni    perder tiempo
Más autoconfianza en sí mismo
Inseguridad, zozobra, susceptibilidad ante las críticas
Poco exigido por el medio social, fácilmente disculpado
Exigido por el medio social y laboral.
Descansado, alimentado, única obligación
Cansado por el trabajo, quizás somnoliento, estudia de noche.
Cierta irresponsabilidad
Responsabilidad, sentimiento de culpa
Nada anterior entorpece la adquisición de conocimientos. Poca contaminación
Conocimientos adquiridos pueden entorpecer los nuevos. Resistencia al cambio
Ritmo de aprendizaje más rápido.; mente fresca
Ritmo más lento, mente preocupada, razonamiento pausado y relacionante
Cultura integrada, más sistemática y organizada
Cultura mosaico, conocimientos yuxtapuestos y de fuentes heterogéneas y a veces contradictorias
Menos contaminado por el lenguaje vulgar, incorrecto
Mayor contaminación del lenguaje, modismos
Personalidad en formación. Mayor campo de educabilidad.
Personalidad desarrollada, posesión de hábitos, valoraciones, actitudes establecidos.
Mayor capacidad de memorización. Menor preocupación por relacionar
Menor capacidad de memorización. Tendencia a relacionar y hallar aplicaciones concretas
Piensa en el plano de lo teórico, aprende lecciones. No establece relaciones con hechos de la vida. Pregunta por curiosidad.
Integra lo nuevo al conjunto de sus adquisiciones anteriores. Busca consecuencias prácticas, reales. Mayor correlación de hechos y conocimientos. Pregunta para entender mejor.
Atención más dispersa. Abierto a las solicitaciones del ambiente
Atención más concentrada, a veces con esfuerzo. Dedicación a la tarea
Limitado campo de experiencias
Mayor campo de experiencias. Adaptación social y laboral.
Capacidad de esfuerzo intelectual más prolongado.
Menos capacidad de esfuerzo intelectual prolongado.
Proclive al juego a la indisciplina en la clase
Buen comportamiento y actitud bien predispuesta.

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