domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Quién me mandaría a mí?

 Me he hecho está pregunta cada vez que he empezado uno de los tantos cursos a los que me he apuntado, desde agricultura biológica, inglés, azulejador, corte y confección, informática, cuidado de personas dependientes, etc. También cuando, después de muchos años sin estudiar,  me matriculé en un Ciclo Formativo de Grado Superior en el mismo instituto en que mi hijo hacía Secundaria, y ahora,  cuando mis amigas dicen que van a ir de excursión o van con la asociación de mujeres al teatro y yo me quedo porque tengo que estudiar.

Más que una pregunta, encierra una exclamación de miedo ante el nuevo reto,  no sólo por el esfuerzo que supone cuando tienes que compaginarlo con tu familia y el trabajo, los compañeros con los que coincides, los profesores, las nuevas técnicas y métodos a los que te tienes que adaptar, etc.; sino también porque dudo de si seré capaz de hacerlo y de si esto me aportará algo.

La respuesta la tengo yo misma porque “nadie me ha mandado”. Son mis ganas de aprender, de conocer cosas nuevas lo que me ha llevado a aprovechar las oportunidades de formarme tanto en educación formal, no formal o informal. Soy de las que siempre me ha gustado estudiar, conocer lo que me rodea, buscar el porqué.

  Poco a poco y por distintos derroteros he llegado a estudiar este Grado de Educación Social. Me gustaría  transmitir la ilusión por lo importante que es la educación, que no importa la edad, que no importa la situación social o familiar, que no importa si es por necesidad laboral o por el mero gusto de aprender, lo importante es que nos sirva para mejorar, para sentirnos ciudadanos, para querernos más a nosotros mismos.

 Y si en medio de este camino nos preguntamos:

¿Quién me mandaría a mí?

Nos haremos un guiño y seguiremos adelante.

7 comentarios:

  1. Yo me hago casi todas las mañanas esa misma pregunta, pero cuando me paro a pensar me doy cuenta de todo lo que he aprendido y lo que me falta todavía por aprender, y lo que es más importante para mí, lo que puedo hacer que aprendan mi hijos. Así que ánimo, nunca es tarde ni pronto para empezar.
    Un saludo.

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  2. Ana, gracias por tus ánimos y tu comentario.
    Me alegra ver que hay más personas que se hacen esta pregunta aunque también es mejor plantearte alguna vez eso que decir:¿Por qué no lo habré hecho?
    Esto me recuerda al tema 1 de Comunicación y Educación, El Preguntar Didáctico y sus preguntas encadenadas.

    Un saludo

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  3. Hola Eva, ante todo gracias por seguir mi blog y enhorabuena por el tema escogido en esta entrada.
    Yo no sé que edad tienes, pero me identifico totalmente contigo.
    Esa misma pregunta me hago, cuando tengo que ir a una entrevista de trabajo o modificar mi cv, y empiezo con la retahila: "este no me sirve para el perfil", este..... ¿y cuando voy a usar esto? y así con algunos de ellos.
    En su día no pude ir a la universidad (por falta de dinero) y me conformé con un FP (5 AÑOS) que quedó anticuado al poco tiempo, y que he intentado mejorar.
    Mi hija me dice, pero Mami, ¿y ahora qué estás estudiando? ¿para qué te sirve?
    Y yo le digo que me sirve para mi, para mi conocimiento, para mi curiosidad, para mantenerme viva, me hace sentir bien y sobre todo para encontrar por el infinito espacio virtual, gente como Eva, que sin conocerme me tiende su mano.
    Adelante Eva, sigamos haciendo lo que nos gusta.

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  4. ADELANTE POR LOS SUEÑOS QUE AUN NOS QUEDAN ...
    Estas son las palabras que me dice siempre mi hija.
    Enhorabuena Eva me ha gustado mucho y me ha emocionado lo bien que te ha salido.
    Un saludo de tu compañera Amelia.

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  5. Eva: Como las compañeras, me identifico por completo y comparto contigo esto que has redactado.
    http://blogo-pedagogo.blogspot.com/

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  6. Tanbién yo estoy de acuerdo, lo realmente importante es tener unas espectativas de hacer algo que deberiá haber hecho en otro tiempo, algo que a esta edad además de gustar, se busca mejor el sacrificio.
    http://educador1social.blogspot.com/
    Un saludo de un compi de Córdoba

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  7. Un saludo a todos los que habéis dejado un comentario.
    Me anima ver que hay muchas personas, que ahora considero mis amigas, que han pensado alguna vez algo parecido.
    Lo importante es que estemos aquí y que aprendamos los unos de los otros.

    Gracias a todos.

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